sábado, 11 de abril de 2015

[crónica] RADIO MOSCOW, Sala Acapulco 01/04/15 (Gijón)

Tenía pendiente publicar esta crónica correspondiente al último concierto que vimos hasta el momento, y como este año prometí no saltarme ni una, ahí van una líneas a modo de recuerdo, otro de los buenos de este 2015 que esperemos sean muchos más. No falté a las dos anteriores y tampoco queria perderme esta, la tercera visita de Radio Moscow a Gijón (de la anterior hacía cinco años) ahora con nueva base rítmica pero con la misma esencia que conserva e identifica al grupo desde sus inicios. Parker Griggs al frente, creador, líder y excelente guitarrista, nos vino a presentar su nueva criatura: 'Magical Dirt' (2014), el cuarto Lp de una solida carrera orientada hacia el Heavy Psych / Hard Rock '70s, rindiendo pleitesía a los grandes clásicos del género tanto en el fondo como en la forma (Jimi Hendrix, Cream, Blue Cheer... etc).

Para nuestra sorpresa y alegría, la acogida que tuvo el grupo fue abrumadora, ambientazo por todo lo alto pese a ser un miércoles con más de doscientas personas en la sala (metiendo más gente que, por ejemplo, Vintage Caravan o Kadavar). Gran noticia que ojalá se repita de forma habitual en futuros eventos rockeros por nuestra ciudad.


En cuanto a lo musical, nos encontramos con una banda que suena cañón. Desde la inicial  'So Alone' y en sucesivas, repasando temas de toda su discografía y una cuantas del último trabajo ('Rancho Tehama Airport', 'Before It Burns', 'These Days', 'Gypsy Fast Woman'...). En total hora y cuarto de concierto incluyendo bises.

La descarga apenas dejó margen de dudas. Radio Moscow es Parker Griggs y dos más, el cambio de bajista y batería no es significativo respecto a lo que ya conocíamos. Ahora con Paul Marrone tras las baquetas y Anthony Meier marcando el ritmo, el grupo conserva la misma eficiencia, igual de contundentes, un power trio de garantía al servicio del Blues, del ácido y de la Psicodelia eléctrica cumpliendo con lo esperado: potencia, guitarrazos incendiarios y canciones como cantos rodados.


Si hubiera que ponerles un pero sería la poca interacción y juego que dan sobre el escenario, la sensación es que cada uno va por su lado, aun no resintiéndose la actuación por ello (en eso tampoco cambiaron). Todo el espectáculo recae sobre la pericia y destreza de Parker, que dio una lección magistral, ¡muy difícil sacar más partido a su guitarra!. El broche final con 'Mistreating Queen' y 'No Good Woman' nos dejó a todos satisfechos, y la Jam session improvisada post-concierto en otro conocido local de la ciudad, intercambiándose los tres los instrumentos (¡sorpresa!) todavía más. A fin de cuentas, mereció mucho la pena, el concierto, la compañía, varias anécdotas inconfesables... Otra gran noche y muy buen recuerdo.

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