Tremenda fiesta la que vivimos el viernes por la noche en Villaviciosa los pocos que nos reunimos en este Apple Pop Festival, que de pop solo tiene el nombre, y que ya va por su cuarta edición. La de este año fue mi tercera visita consecutiva y para mi gusto bastante mejor que la anterior por varios aspectos, como por ejemplo, el que se hayan olvidado del Parque del Pelambre para ubicar el festival en un lugar más acogedor y acorde con la asistencia de publico que se prevee de antemano. La pequeña y céntrica Plaza Caleyina Les Indies fue el lugar escogido esta vez para presenciar un triple cartel formado por los gallegos
WolRus, los asturianos
Sonido Alfredo y
Los Chicos de Madrid. Todo un acierto este nuevo emplazamiento, con buena acústica, una terraza con sillas que hacían las veces de grada, y muy buen ambientillo entre los asistentes.
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WolRus
En cuanto a lo musical destacar las ausencias de los sevillanos
Yakolev y los asturianos
Los Guajes. Los primeros como ganadores del concurso de maquetas Apple Pop obtuvieron un premio de 2500 € para la grabación y edición de un disco, y además tenían la posibilidad de abrir para el resto de bandas pero al final no pudieron venir. La mala suerte se cebó a última hora también con
Los Guajes ya que su guitarrista sufrió la fractura de un dedo y finalmente
Sonido Alfredo ocuparon su lugar. Así que nos quedamos con un cartel más reducido pero muy apañado a la vez, donde los primeros en tocar fueron
WolRus a eso de las 22:30 h. No tenía muchas referencias de este quinteto de A Coruña pero me sorprendieron gratamente a pesar de hacer un tipo de música que por lo general me aburre bastante. No fue el caso y durante 40 minutos aproximadamente amenizaron la velada con un repertorio basado en canciones propias con un estilo cercano al rock/folk/country. Muy buenas guitarras, bien compenetrados a las voces y melodías bien trabajadas nos hicieron pasar un buen rato navegando por los mejores sonidos que, como ellos mismos dicen, van desde lo mejor de Nashville a Liverpool pasando por San Francisco... Muy a tener en cuenta estos
WolRus para todos aquellos seguidores que gusten de este palo, en la onda de grupos como
Wilco o
The Jayhawks.
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Sonido Alfredo
A continuación tuvimos a
Sonido Alfredo, un trio ovetense con una propuesta musical a medio camino entre el rock´n roll garajero, el surf y el punk. El set list lo basaron en canciones rápidas, cortas, sin muchas complicaciones y llenas de humor, incluyendo alguna versión muy de su estilo (
Paralisis Permanente,
The Stooges...) que fueron de lo mejor de la noche. Nos aseguraron que nada tuvieron que ver con el dedo roto del guitarrista de
Los Guajes, y bueno... nos lo creímos. Los que sí nos quedamos rotos pero de alegría fuimos nosotros ante semejante actuación, divertidos y muy animados dispusieron de otros 45 minutos antes de dar paso a
Los Chicos.
Los Chicos
Desde Villaviciosa de Odón (Madrid) hasta nuestra Villaviciosa (Asturias) llegaban
Los Chicos para encabezar el cartel del Apple Pop y madre mia... ¡Vaya la que liaron!. Como una locura en todos los sentidos se podría definir su actuación en la que no faltó de nada: desde cuerdas que se rompían, un cantante descontrolado que se subía literalmente por las paredes, hasta incidentes de lo más graciosos como el hecho de que una moto circulara de lado a lado atravesando la pista entre el público y la banda (esto no estaba dentro del guión). La poca gente que todavía quedaba sentada en la terraza, contagiada por el resto, no tardó en levantarse para seguir semejante desmadre y disfrutar del concierto tan explosivo que teníamos delante. Llena de potencia y electrizante esa mezcla de Rhythm & Blues que nos ofrecieron
Los Chicos, que no dudaron en bajarse de las tablas para seguir tocando a pie de calle entre el público porque el escenario se les quedaba pequeño. Una sobrecarga de energía inundó La Plaza Caleyina Les Indies para convertir aquello en una rock´n roll party y no parar de hacer el indio, nunca mejor dicho. Cualquiera que haya visto en directo alguna vez a
Los Chicos puede dar fe que estos tios resucitan a un muerto si se lo proponen, la fiesta está garantizada y el viernes en Villaviciosa unos pocos afortunados fuimos testigo de ello.
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Cuando muchas veces digo y animo a la gente para que se acerque a ver eventos de este tipo, en los que aparentemente no hay ningún nombre de relumbrón en el cartel, es porque el factor sorpresa está muchas veces presente y es una buena oportunidad para descubrir y disfrutar de nuevas bandas que merecen ser escuchadas. Un diez para la organización de este festival, que aún contando con bajo presupuesto pero con mucha imaginación, apuesta por ofrecer algo distinto, y encima gratis, a la vez que de paso fomenta el producto nacional donde abundan muchos grupos de calidad. Nos vemos el año que viene otra vez.