A veces no hace falta irse muy lejos para dar con buenos grupos que nos garanticen un gran concierto. Blues & Decker son un claro ejemplo de ello, ya sea en acústico o en eléctrico, el cuarteto de Gijón lleva funcionando desde 2009 y en ambos formatos se desenvuelven a las mil maravillas. El viernes pasado fuimos testigos de una sesión bautizada como 'Parranda acústica', otra de las muchas que vienen dando últimamente pateándose multitud de garitos por nuestra región.
Un error de cálculo nos hizo llegar con una hora de antelación pero al final la espera mereció la pena. A eso de la media noche, Blues & Decker tomaban posiciones para obsequiarnos con el primero de dos pases, desgranando con un sonido limpio y potente un buen puñado de canciones para entrar en calor. Entre versiones y temas propios, atizaron con fuerza mucho más que Blues, tocando varios palos y reinventandose así mismos, del Country Rock al Gypsy Swing, o del Blues de Chicago al Classic Rock. Los cristales del Portobello se empañaron enseguida, buena señal del ambiente que se vivía dentro.
Al final fueron casi dos horas que se nos hicieron cortas, con un segundo pase aún mejor que el primero, donde la mayoría acabamos botando desde nuestros asientos y aplaudiendo la entrega y actitud del grupo, encomiable, sobresalientes del primero al último. Tanto sus nuevas canciones como las del también recomendable debut 'Stealin' The Blues' o versiones tan impresionantes como 'Baby Did A Bad Bad Thing' (Chris Isaak) por citar solo una de las muchas que cayeron, nos dejaron con ganas de repetir. Y a fé que lo haremos.
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