"The Epic Industrialist Tour 2012", así se denominó la gira que nos trajo a Fear Factory y Devin Townsend por España el mes pasado. Ingenioso juego de palabras que respondía a razón de los títulos "The Industrialist" y "Epicloud", las novedades discográficas que nos presentaron los americanos y canadiense, respectivamente. Prometía ser uno de los acontecimientos musicales del año, y desde Asturias partimos varios amigos hasta Durango para ser testigos de ello. Todos con el interés común por ver principalmente al único, inimitable y siempre genial Devin Townsend.
Contabamos con el añadido de una tercera banda, los noruegos Dunderbeist que ejercieron de teloneros, suscitando por mi parte y la de muchos un interés más bien escaso. Si, es cierto que tienen una puesta en escena llamativa (uniformados, con pinturas de guerra, esqueletos en los pies de micro...) pero no acabaron de convencerme con su "heavy metal moderno", ni llegué a entender eso de llevar dos cantantes cuando ambos hacen exactamente lo mismo, y además, con timbres de voz muy parecidos. Vamos, que si faltase uno tampoco iba a cojear la banda. En el plano musical digamos que estuvieron... entretenidos, para un rato y nada más.
Y por fin, cuando terminaron Dunderbeist, llegaba el turno de quien más esperábamos. Entremedias tuvimos unos pases de videoclips proyectados en la pantalla del escenario, totalmente surrealistas, a modo de sketchs publicitarios, y muy cachondos, que provocaron más de una carcajada. Luego vendría lo bueno de verdad, entre una nube de humo salió Devin Townsend sonriendo y acompañado por su banda, prometiendo una buena descarga. Entonces explotó "Supercrush" (So the time is right, So tell me if you wanna?...), y los 70 minutos siguientes fueron un cúmulo de emociones a cual más fuerte. Para mi, tener delante a este elemento por primera vez, catorce años después de haberlo
descubierto con "Infinity" (1998), y comprobar que rescataba para el setlist "Truth" y "War", ya fue suficiente para que me recorrieran escalofríos por el cuerpo.
.JPG)
De las nuevas, "Lucky Animals" se llevó la palma teniendo una respuesta masiva por parte del público, gracias a ese estribillo simpático y pegadizo que se tararea fácilmente. "Where We Belong", "Kingdom" y "Grace" serían otras del último disco con similar aceptación, todas gozando de un sonido apabullante, bien aderezado con espectaculares imágenes en el fondo de pantalla. Un concierto épico y potente, ratificando el título que se le otorga a la nueva grabación - de ahí "Eplicloud"- y tan díficil de encasillar como al creador de este Proyecto. El final con la grandísima "Deep Peace" dejo a la mayoría boquiabiertos, y no fue para menos porque ¡Vaya pedazo de canción! cómo va creciendo y qué solo se marca en la parte central, parece casi un vals, elegante, yendo de menos a más hasta que revienta en el esperado clímax.
Acto seguido Devin se bajó del escenario para saludar personalmente, uno por uno, estrechando la mano a los fans que estábamos en primera fila, como muestra de un agradecimiento recíproco y cercanía. Una despedida a lo grande de este figura, personaje con un talento descomunal dentro del Progressive Rock/Metal, o como quieran llamarlo porque cualquier etiqueta le viene corta a Devin Townsend. Grande entre los grandes. Un GENIO.
.JPG)
De las nuevas, "Lucky Animals" se llevó la palma teniendo una respuesta masiva por parte del público, gracias a ese estribillo simpático y pegadizo que se tararea fácilmente. "Where We Belong", "Kingdom" y "Grace" serían otras del último disco con similar aceptación, todas gozando de un sonido apabullante, bien aderezado con espectaculares imágenes en el fondo de pantalla. Un concierto épico y potente, ratificando el título que se le otorga a la nueva grabación - de ahí "Eplicloud"- y tan díficil de encasillar como al creador de este Proyecto. El final con la grandísima "Deep Peace" dejo a la mayoría boquiabiertos, y no fue para menos porque ¡Vaya pedazo de canción! cómo va creciendo y qué solo se marca en la parte central, parece casi un vals, elegante, yendo de menos a más hasta que revienta en el esperado clímax.
Acto seguido Devin se bajó del escenario para saludar personalmente, uno por uno, estrechando la mano a los fans que estábamos en primera fila, como muestra de un agradecimiento recíproco y cercanía. Una despedida a lo grande de este figura, personaje con un talento descomunal dentro del Progressive Rock/Metal, o como quieran llamarlo porque cualquier etiqueta le viene corta a Devin Townsend. Grande entre los grandes. Un GENIO.
Cerrarían la noche Fear Factory, supuestamente los cabezas de cartel para este evento, en España, que no en todas las fechas europeas porque se iban alternando. Aquí su grado de aceptación es mayor entre la parroquia metalera, tienen mas popularidad y reconocimiento, pero visto el concierto anterior no hay comparación posible ni de lejos. Tampoco es por quitarles méritos, me gustaron y dieron un concierto realmente bueno, dejando a casi todos satisfechos, si bien es cierto que los triggers de batería daban un poco el cante (la prueba de sonido fue como una ráfaga de metralla) y que la voz de Burton C. Bell está cascada. Por lo menos Dino Cazares sí es un valor seguro con las seis cuerdas, casi todo el peso de la banda recae sobre sus espaldas, y alternó con el nuevo bajista su posición varias veces a lo largo de la noche dejándose caer por ambos laterales del escenario.
Tocaron un par de canciones del último disco y el resto casi todo clásicos. Las más celebradas, como es lógico, aquellas que conoce todo buen metalhead de los ´90 que haya crecido con la trilogía inicial "Soul Of A New Machine", "Demanufacture" y "Obsolete". Ahí teneís el setlist cumplido a rajatabla para haceros una idea de la brutalidad que cayó sobre nuestras cabezas.
En conclusion, Fear Factory siguen enarbolando con dignidad la insignia del metal industrial y sus seguidores pueden darse por satisfechos. Quienes fuimos por Devin Townsend vimos saciadas nuestras expectativas con un enorme concierto, y quien esperaba a Burton, Dino & Cia (es decir, la mayoría) pues también, así que todos contentos.
