Ayer os comentaba el desolador panorama rockero que tenemos por esta región. Hoy vuelvo a decir lo mismo. Y a las pruebas me remito. Apenas 30 personas viendo en el Casino al Captain Poon y sus Bloodlights. Tristísimo. Vale que cualquier excusa es buena cuando no hay intención de ir, peor es cuando se quiere y no se puede, pero esto empieza a ser preocupante por repetitivo, cansino hasta de lamentar, falta gente con actitud que viva la música de verdad y sobran rockeros de postal con camisetas megachulis, o impartiendo lecciones tras una pantalla para luego no mover el culo a una sala cuando pasa un concierto por su ciudad. En este caso, ni el precio era excesivo: 10 putos euros anticipada. Pues ni así, oigan, ni así...
Tampoco dice mucho a favor detalles con importancia, como por ejemplo que se anuncie el bolo a diferentes horas y ni la propia promotora tenga las cosas claras cuando hay dudas y consultas. ¿A las 20:00h? ¿A las 21:30h? Un poco de seriedad, por favor. Abrieron puertas pasadas las 22:00h y empezó casi a las 23:00h, un jueves. Menos mal que no hubo teloneros, que por cierto sí estaban anunciados en el cartel, pero nunca nadie supo el nombre de tan misterioso grupo, ni falta que hizo, la verdad.
.JPG)
Metidos ya en faena, había ganas por ver esta nueva entrega del ex-Gluecifer defendiendo su reciente material. Cita obligada para todos aquellos que vivimos la decada dorada del Rock escandinavo, aunque fuera desde la distancia. Sensación de nostalgia y sabor agridulce al comprobar que, a veces y por desgracia, cualquier tiempo pasado sí fue mejor. La actuación de Bloodlights no es que fuera mala pero sí menos buena de lo que cabía esperar. Casi de trámite podríamos decir, para cumplir la papeleta, arrancando de forma un tanto irregular en cuanto a sonido como evidenció ese pepino llamado "Roll With Me", que tendría que haber explotado en mil pedazos, pero no, se quedó a medio gas. Por si fuera poco Captain Poon de voz iba justito, aunque mejorase el tono más adelante.
Lástima que cuando empecé a coger el pulso de la actuación ya había transcurrido la mitad de la misma. Un poco tarde. Sería con "Arms Around It" (de las nuevas la mejor) el punto de inflexión que aumentó la temperatura y, por fin, esa maquinaria echó a rodar quemando Rock'N'Roll acelerado y sudoroso en la línea que los caracteriza. Bien Bloodlights, aunque supo a poco la hora de duracion que terminó con un bis de los tres previstos. Tiraron de oficio y consiguieron el aprobado, que total para cuatro amigos que nos juntamos tampoco podíamos exigir mucho más. El reflejo del estado actual del Rock (is dead?). Triste y cruda realidad...
