Jucifer no es una banda por la que sienta una especial predilección pero como veteranos que son (dando caña desde 1993) y lo curtidos que están en mil batallas, sentía curiosidad por ver que tal se desenvolvían en directo. La pareja formada por
Gazelle Amber (Guitarra/Voz) y
Edgar Livengood (Batería/Voz), marido y mujer, se declaran así mismos nómadas sin un hogar fijo. Se han hecho un nombre con los años a base de girar y girar siendo fácil encontrarlos en los principales festivales europeos de metal y música extrema, así como en múltiples salas. El miércoles pasado nos tocaron a nosotros en The Class, a una hora demasiado temprana para ser dia laboral (19:30h) con lo que varios nos perdimos a los cántabros
Tempano, que abrian el doble cartel.
Sobre
Jucifer, lo que vi no estuvo mal del todo pero la hora que tocaron acabó haciéndoseme larga. El principal problema fue el volumen demencial que atronó la sala desde el principio. Ya es raro que yo haga mención a este tema, por lo general no me suelo quejar porque entiendo que la música en directo debe escucharse alta, y con más razón en estilos como los que practican este tipo de bandas. Ahora bien, de ahí a que tiemblen los cimientos y el suelo de The Class (algo inaudito, verídico, ¡literal!) pues como que es ya pasarse un poco de la raya y la música paradójicamente pasa a un segundo plano. A
Gazelle Amber apenas se la escuchaba y creo que puede sacar mucho más partido a su voz sin falta de forzarla tanto, porque hay temas en discos donde se puede apreciar su gran belleza cuando no peca de radical.
El concierto tuvo sus más y sus menos, enlazaron una canción tras otra sin
parar y se hizo
bastante monótono por momentos. Solo cuando ella echaba un trago de agua deducía que terminaba
una canción y empezaba la otra. Lo que sí tienen estudiada es la pose y puesta
en escena, tampoco nada extraordinario pero se nota. Mejor cuando tocaron las partes más sludge/doom y no tanto cuando descontrolaban con las black metaleras, que protagonizaba
Edgar Livengood rompiendo baqueta tras baqueta y poniendo el contrapunto con su voz más chillona.
En positivo me quedo con la interpretación de "Contempt" , para mi la mejor canción de su último disco "Throned in Blood" (2010), que al menos dejo buen regusto para finalizar el show. Pudo estar mejor y también peor, dejémoslo en regular y a ratos entretenido. Como curiosidad os dejo esta foto que hice al puesto de merchandising. El papelito no tiene desperdicio...
Quizás la palabra más adecuada para describir a Jucifer sea "atrocidad". Porque la singularidad de su ruido es atroz. Pero a la vez, sacar de toda esa malicia sonora la belleza de un dúo que desafía todo lo establecido en los clichés del rock es mágico. 
