Noche de sábado y noche de rock, una operación de suma obligada que debería dar siempre un resultado tan satisfactorio como el que tuvimos ayer en Gijón. Lástima que no se animara más gente, sobre medio centenar de asistentes, porque The Soulbreaker Company es con toda seguridad uno de esos grupos que no debieran pasar desapercibidos si visitan tu ciudad. Dos años esperamos para tenerlos de nuevo por aquí, una espera que se ha hecho todavía un poco más larga si cabe debido a una desafortunada cancelación que sufrimos hace tres meses. La fecha de Gijón estaba marcada en el calendario de su gira como la primera en la presentación de "Itaca", no pudo ser, sin embargo algo hemos ganado durante este tiempo, y es que tras varios conciertos las nuevas canciones han tenido el rodaje necesario para que sonaran todavía mejor. No es que lo diga yo, es la opinión de algún amigo que ya los ha visto varias veces últimamente.
Sobre las 21:15h salieron los vitorianos al escenario para sin muchos preámbulos atizar con "Elliptic Turns", tema que abre también su segundo disco "The Pink Alchemy", ideal para entrar poco a poco en calor. A continuación de una tacada tres de las nuevas, "Oh Wrasw", "Rude Perfume" y "Colours Of Fire", que sonaron de auténtico lujo. El sonido de esta sala es un misterio, a veces deja bastante que desear pero anoche no hubo queja alguna en ese aspecto. A Jony Moreno se le escuchó alto y claro, además su voz gana muchos enteros en directo, pero sobre todo hay que reconocer que este chaval es puro nervio, no para durante toda la actuación y se deja el alma en cada tema.
Sin olvidarnos del resto de sus compañeros, porque del primero al último todos tuvieron su merecido protagonismo, completamente entregados y funcionando como piezas básicas de un mismo engranaje. Daniel y Asier a las guitarras lo bordaron, las apariciones esporádicas de Kike al saxo llenaban de magia el escenario, y mientras Oscar a un lado con el Hammond o la armónica aportaba un plus de brillantez muy eficaz. Mención a parte para la base rítmica del grupo, sencillamente aplastante, entre la sufrida batería de Andoni y el bajo de Jose Javier hacen que las canciones ganen mucha más potencia con respecto al disco. "Take A Seat On The Moon", "No Way Back Home", o "It´s Dirt"... fueron de las más destacadas, todo temazos cargados de hard rock, blues y psicodelia que cobran vida sobre las tablas.
No sabría deciros exactamente cuantas canciones tocaron porque durante la primera hora fueron a piñón. No hubo tregua ni descanso, en una progresión ascendente desde el principio y hasta el final enlazaron un tema tras otro, sin respiro, básicamente centrando el set list en sus dos últimos discos. Imposible tocar más en menos tiempo.
Antes de los bises "Blood That You Wish", un brevísimo descanso, y después el éxtasis final: "Saviors" y la sabática "Hot Smoke & Heavy Blues" de su debut con la que se despidieron por todo lo alto. Salida triunfal para The Soulbreaker Company, toda una lección de profesionalidad, saber estar y execelente actitud repasando un repertorio que cada vez es más consistente. No había más que mirar la cara de los allí presentes cuando terminó el concierto, qué digo concierto... CONCIERTAZO!!!.