martes, 28 de septiembre de 2010

NINE POUND HAMMER, Sala Savoy 26/09/2010

No iba a desperdiciar yo la última oportunidad de ver en acción a Nine Pound Hammer, la banda formada hace 25 años por Blaine Cartwright, guitarrista de Nashville Pushy, que se está despidiendo de los escenarios en esta gira. Pocos dias atrás nos enterabamos que no venía su cantante Scott Luallen debido al embarazo de su mujer, y que al parecer está teniendo algunas complicaciones. Esperemos que no sea nada grave y todo siga por buen curso, desde aquí le deseamos lo mejor al bueno de Scott y su familia.

Si el jueves pasado tuvimos una paupérrima entrada para ver a Sonny Vincent con estos me temía lo peor, pero cual fue mi sorpresa cuando llego a la sala y veo cola para entrar. Fue traspasar el umbral de la puerta y verme negro para llegar a las primeras filas, algo absolutamente increíble. No me esperaba que tuvieran semejante acogida pero la expectación era máxima el sábado noche y se rozó casi el lleno. La verdad es que nunca el Savoy acogió mayor cantidad de rednecks por metro cuadrado, había ganas de hacer el cafre, y con los primeros guitarrazos más de uno empezó a bailar como pollo sin cabeza. Una baja muy importante la de Scott, no hay duda, pero Blain Cartwright cogió el mando y su voz cazallosa todavía le dio un aire más macarra si cabe al grupo. La otra novedad con que nos encontramos fue la incorporación de un segundo guitarra, que no hizo otra cosa más que engrosar el sonido de la banda y darle mucha mayor potencia al directo.



Fieles a ese estilo country punk tan agresivo que les caracteriza nos ofrecieron un show muy enérgico a más no poder. Peligraban los tímpanos y la integridad física de algunos allí delante. El descontrol se apoderó de las primeras filas cuando tan solo llevábamos media hora de concierto y se formó un pogo entre la garrulada. Mucho alcohol, mucho sudor, y el caos por momentos a la par que iban cayendo los clásicos de la banda. Hubo alguna concesión al último disco pero la mayoría del setlist estuvo basado en sus grandes éxitos, "Run Fat Boy Run", "Drunk, Tired And Mean", "Folsom Prison Blues", "Surfabilly", fueron cayendo como ráfagas de fuego, muy jaleadas entre el personal, igual que la versión que se marcaron de The Rolling Stones, "Dead Flowers", bastante notable también.


Blain Cartwright dentro de sus limitaciones como cantante sabe dirigir muy bien a la masa, se entrega totalmente a la causa y se desgañita en cada tema. Contagia a todos con su manera de ser, se vacía encima del escenario y se hace querer echándole más pelotas que nadie. La verdad es que ante la ausencia de Scott cumplió perfectamente como maestro de ceremonias, y junto a los otros tres bestias que lleva por compañeros, entre todos nos hicieron pasar una gran noche de rock salvaje. Una pena que grupos como Nine Pound Hammer lo dejen cuando todavía están en muy buena forma y triunfando por todo lo alto. Al menos quienes los vimos guardaremos un excelente recuerdo de ellos. Hasta siempre.

5 comentarios:

manel dijo...

Estupendo! El domingo los tenemos en Barcelona y ardo en deseos de verlos por última vez. Gran crónica!!

J.M.B. dijo...

Yo me los perdí en Bilbao, una putada. Buenísima crónica.

Un saludo.

paulamule dijo...

Pues yo los vi la otra vez que vinieron y no me quedaron más ganas. La madre que los parió, que malos eran, tanto como espero que lo sea el Valencia el próximo sábado. Je, je, je. Glup.
Salud.

ROCKLAND dijo...

Buff, a mi se me quitaron las ganas de volver a verlos cuando los vi en el Louie Louie hace unos años.

Borrachos como cuvas, lineales y parecían los temas todos iguales. Pero bueno, para gustos se hicieron colores.


Saludos!

KARLAM dijo...

manel, ya te queda menos!!! Prepárate porque te espera una buena, ya nos contarás que tal por ahí.

J.M.B., ¿Te coincidieron con el Turborock no?, ya te lei que fuiste al Festi y seguro que estuvo genial. También contemplé la posibilidad de acercarme a Santander, estuve tentado hasta última hora, pero al final yo quedé por aquí y no me arrepiento.


paulamule, yo tampoco diría tanto como malos, cuestión de gustos como apunta ROCKLAND. Me lo pasé de p.m. como todos los que fuimos al Savoy. El domingo ver veremos como dijo el ciego, seguro que va a estar complicada la cosa para los dos.

ROCKLAND, el único que iba un pelín bebido era Blaine pero tampoco le impidió estar a la altura. Su estilo es un poco líneal sí, como tantos otros grupos lo bueno que tienen es que si te gusta una te gustan todas. Tampoco lo veo como un problema.


Muchas gracias a todos y un saludo amigos!!!