ASTRA - The Black Chord (2012)

Rise Above Records /// Metal Blade Records

Originarios de San Diego (California) Astra es una de esas formaciones que todo amante del Rock Progresivo debería tener en cuenta como piedra fundamental de lo que se está cociendo actualmente dentro este género. A mi me causaron muy buena sensación desde la primera escucha, cuando los descubrí con su primer disco "The Weirding" (2009), por su claridad de ideas y saberlas llevar a cabo con estilo propio, aun reconociendo influencias evidentes en su música, como Pink Floyd o King Crimson, y toda la maraña de rock psicodélico comprendido entre finales de los años ´60 y primeros ´70. A dia de hoy, con tan solo dos discos, Astra recogen el testigo que dejaran aquellas formaciones y se perfilan como firmes candidatos para mantener a buen recaudo todo su legado, respetándolo pero a la vez seguir tirando de un hilo que no conoce límites cuando existe creatividad desmedida, una técnica exquisita e inspiración compositiva digna de unos pocos elegidos.

  Richard Vaughan (voz, guitarra, teclados) / Brian Ellis (guitarra, sintetizadores) 
 David Hurley (batería, percusion, flauta) / Conor Riley (voz, guitarra,teclados) /  Stuart Sclater (bajo) 

"The Black Chord" es una prueba más de que hay savia nueva en la que confiar dentro del Rock Progresivo, dejando los exhibicionismos a un lado y con la humildad que todo principiante debe tener, el quinteto californiano se las arregla para pisar con un pie en el pasado pero mirando al futuro. A lo largo de seis canciones sorprende que tan solo una de ellas supere los diez minutos, casi quince para ser exactos, lo cual repercute de forma positiva en la escucha puesto que no estamos ante un disco excesivamente largo, en comparación con su debut y demás grabaciones de este género que, por lo general, superan la hora de duración con desarrollos superfluos que provocan fácilmente el bostezo.

La canción instrumental con que dan comienzo, "Cocoon", es una puerta hacia la inmensidad que nos aguarda por delante, toda una aventura a descubrir corte a corte donde cada tema funciona como pieza indivisible de un puzzle que ofrece múltiples posibilidades de combinación. Eslabones entrelazados con sombras y luces a disfrutar por igual con pasajes etéreos, de cualidades hipnóticas, evocadores cantos surgidos como del más allá que se apoyan en una red de armonías preciosistas sin descuidar la melodía, ni la emoción que produce un efecto extrasensorial. Si tuviera que definir con una sola palabra este disco, la primera que se me viene a la mente es "elegancia". 

Excepcionalmente eficaz en su aparente sencillez, hay un enorme trabajo detrás con múltiples matices: elaborados riffs de guitarras superpuestas en progresión, flautas, teclados y sintes que aportan riqueza compositiva, maravillosas percusiones sumadas a un puñado de psicodelia espolvoreada en el espacio. Y todo ello en su justa medida. Una alquimia sonora que me recuerda por momentos a nuestros queridos The Soulbreaker Company, en canciones como la que da título al disco o en la siguiente "Quake Meat", y es que beben de las misma fuentes, además de gozar con una producción cristalina que favorece y otorga un grado distintivo a cada instrumento, con un sonido muy orgánico, donde todos tienen un papel relevante al final.



Otra buena nueva es la visita de Astra junto con Anathema en una próxima gira peninsular, tal y como anuncié dias atrás en la agenda, a lo largo de siete fechas (cinco españolas y dos en Portugal) en lo que se prevee como una gran oportunidad que no debiérais dejar pasar. Aquí un servidor se lo perderá, por desgracia, pero si algún amigo nos lo quiere contar somos todo oídos y bienvenidos serán sus comentarios. De lo que estoy seguro es que no van a defraudar.