Poco más de cinco años pasaron entre la primera visita de Roky Erickson a España (ARF 2007) y está segunda que tuvo lugar en León, cerrando el Festival Purple Weekend 2012 con una fantástica, emotiva y mágica actuación que recordaré mientras viva, y que algún dia -es un decir- tendré que relatar a mis nietos. Hasta que eso ocurra, queridos amigos, vosotros estais primero en mi linea de sucesión como herederos del testimonio que vais a leer en las siguientes líneas si de verdad os gusta el Rock. Dando por hecho que así es, podría ahorrarme la introducción e ir al grano directamente, no sin antes advertiros que sí, hubo otros nombres destacados en este Festival, como la mítica banda uruguaya Los Mockers (por primera vez en España), The Phantom Keys, Nick Waterhouse, Gentleman Jesse, The Rezillos, The Ripe...
Un cartel realmente atractivo, incluso para aquellos que, como era en mi caso, no necesariamente encajamos dentro de la cultura "mod" de forma exclusiva. Pero que voy a obviar, centrándome en el motivo principal de mi viaje, para ahorrar tiempo y porque sería una crónica incompleta, ya que tan solo asisti al tercer dia del Festival.
El regreso de Roky Erickson era todo un acontecimiento imperdible. A nadie se le escapa que este señor es una leyenda cuyo legado se remonta a los años ´60 al frente de una de las bandas más importantes de la psicodela norteamericana, los 13 Floor Elevators. Y aunque su apariencia actual sea la de un abuelo despistado, mantiene el tipo a sus sesenta y cinco años de edad pese a la merma de sus facultades mentales. Gracias que todavía se deja ver encima de un escenario. El consumo de LSD, mescalina y otros alucinógenos en su juventud
derivaron en trastornos relacionados con la esquizofrenia, que se agravaron cuando le detuvieron
con un poco de marihuana. Posteriormente sometido a un brutal tratamiento de electroshock, y esto sumado los excesos, altibajos y recaídas, desafortunadamente, marcarían el resto de su vida.
En León vimos a un Roky Erickson muy digno, aparentemente bien dentro de lo que cabe, arropado por una banda de acompañamiento, que guía y apoya cada paso del maestro en el devenir de la actuación. En conjunto estuvieron muy solventes, funcionando con plena garantía. El cuarteto compuesto por guitarra, bajo, batería y teclados cedió todo el protagonismo a Roky como era lógico, y cuando éste se encontraba dubitativo o se "perdía" ahí estaban ellos para reconducirle hasta que entraba de nuevo en la canción. Afortunadamente nuestro héroe conserva la voz en un estado más que aceptable, y pudímos escuchar de su garganta todos esos clásicos que estábamos esperando.
"It's A Cold Night For Alligators" dio pie a una explosión de alegría y emotividad que iría en aumento de ahí hasta el final. Era la antesala a una noche mágica con muchos puntos álgidos y una ausencia: "Bloody Hammers". Sí, eché de menos que la tocaran, pero quién era yo para quejarme ante la semejante ristra de temazos que fueron cayendo por delante: "Don´t Shake Me Lucifer", "Creature With The Atom Brain", "I Walked With A Zombie", "Wind and More"... La mayoría cantadas al unísono por todos los presentes. Prácticamente todas del tirón, y sin apenas descanso hasta sobrepasar la hora de concierto, que alargarían quince minutos más con dos bises: "You're Gonna Miss Me" y "Two Headed Dog". Brillante colofón a una noche tan especial y memorable que no la olvidaremos jamás.
+ FOTOS DEL CONCIERTO AQUI
En León vimos a un Roky Erickson muy digno, aparentemente bien dentro de lo que cabe, arropado por una banda de acompañamiento, que guía y apoya cada paso del maestro en el devenir de la actuación. En conjunto estuvieron muy solventes, funcionando con plena garantía. El cuarteto compuesto por guitarra, bajo, batería y teclados cedió todo el protagonismo a Roky como era lógico, y cuando éste se encontraba dubitativo o se "perdía" ahí estaban ellos para reconducirle hasta que entraba de nuevo en la canción. Afortunadamente nuestro héroe conserva la voz en un estado más que aceptable, y pudímos escuchar de su garganta todos esos clásicos que estábamos esperando.
"It's A Cold Night For Alligators" dio pie a una explosión de alegría y emotividad que iría en aumento de ahí hasta el final. Era la antesala a una noche mágica con muchos puntos álgidos y una ausencia: "Bloody Hammers". Sí, eché de menos que la tocaran, pero quién era yo para quejarme ante la semejante ristra de temazos que fueron cayendo por delante: "Don´t Shake Me Lucifer", "Creature With The Atom Brain", "I Walked With A Zombie", "Wind and More"... La mayoría cantadas al unísono por todos los presentes. Prácticamente todas del tirón, y sin apenas descanso hasta sobrepasar la hora de concierto, que alargarían quince minutos más con dos bises: "You're Gonna Miss Me" y "Two Headed Dog". Brillante colofón a una noche tan especial y memorable que no la olvidaremos jamás.
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2 comentarios:
Paisano, con la emoción que lo cuentas me estoy arrepintiendo de no haber hecho el esfuerzo de acercame para verlo. Tendre que consolarme pinchando The Psichedelic Sounds of 13th Floor Elevators.
Un saludo.
¡Ay, Aurelio! ¿Pero como te pudiste perder esto? Yo lo tuve clarísimo desde el primer momento, al ARF del 2007 no pude ir y en León tenía que estar sí o sí. Había que aprovechar la oportunidad que el hombre no se prodiga mucho en directo.
Saludos compañero!
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