Teníamos el espectáculo garantizado desde el primer minuto, cuando arrancaron desde el fondo de la pista hasta alcanzar el escenario se abrió un pasillo entre la multitud dando paso a la fiesta. Parece mentira, pero no aparentan ni de lejos la edad que tienen, a excepción del frontman Peter Zaremba que sí se nota un poco desmejorado aunque ello no fue impedimento para que fuera el principal animador de la velada junto al guitarrista Keith Streng, otro torbellino sobre las tablas (también sobre la pista, sobre las mesas y por encima de todo aquello que levantara más de un palmo a ras de suelo)
Ambos, en un contínuo no parar, se recorrieron prácticamente toda la sala a lo largo y ancho sin dejar espacio por cubrir. Actitud y espíritu punk juvenil no les falta, desde luego, y sentido del humor tampoco, cuando llevamos transcurrido veinte minutos de actuación, depués de atacarnos con pildorazos como "Feels Good To Feel", "Pretty, Pretty, Pretty", "Comin Home Baby"... entonces nos suelta Zaremba que la prueba de sonido se había terminado!! Empezaban pues, otra vez, con la versión de The Beatles "Day Trypper", que aparece en su última grabación "Brooklyn Sound Solution" del año pasado.
Con esa agitación no es de extrañar que semejante cóctel resulte explosivo a más no poder, garage rock por un tubo, soul aderezado con órganos incendiarios, energía desbocada y mucho rock & roll marca de la casa, fueron ingredientes de los que el público también se sintió partícipe. Muestra de ello, por ejemplo, cuando invitaron a una chica para que tocase el bajo en sustitución de Ken Fox, y junto con ella Felix Explosion para hacerse cargo del órgano hammond, mientras el resto del grupo acompañaba la jugada en un contínuo desfase, entre los espectadores arrollándose por el suelo e invitando a hacer lo mismo.
Junto otras habituales de su repertorio cayeron más versiones, antes recordando a los RAMONES y después una sensacional "It´s My Pride", en alusión a The Who. El final de infarto, remataron con dos bises, una tremenda "Push-Up Man" y en consecuencia rostros de satisfación tras hora y veinte minutos, incluído el suyo propio, certificando con su actuación que siguen siendo los reyes del desmadre. Unos cracks. Gracias que todavía existen grupos como The Fleshtones, de lo contrario habría que inventarlos.
6 comentarios:
Es casi imposible no disfrutar con un concierto de los Fleshtones, los he visto un montón de veces y siempre me han parecido divertidísimos. Es verdad, en esta ocasión me pareció Zaremba más envejecido que el resto de la banda. Saludos.
Son increibles tio, menudo grupazo. Son tan divertidos... ese espíritu es innegociable, si no hay diversión no hay show.
Un saludo.
Johnny, aprovecho para darte la bienvenida que no te di el otro dia. Lo de Zaremba me lo habíais comentado y vi fotos por ahí que lo confirmaban, llama la atención en persona, aunque ya digo que el tio sigue mostrándose muy activo.
LoRbAdA, no siempre es así pero con los Fleshtones ha de cumplirse esa máxima. Yo no me los imagino de otra manera, por eso quien los ve repite, son divertidos y son un grupazo ¿Qué más se puede pedir?
Muchas gracias amigos ¡Saludos!
Gran reseña... llévatela para el trufanzine! :)
Hecho Shaktale! Tenemos un poco muerto el fanzine, menos mal que entre tu y yo lo levantamos de vez en cuando... A ver si cunde el ejemplo.
Un saludo.
Sí, son una pandilla de gandules! jajaja... en unos días me llevaré para allí el corto ganador del Goya de este año...
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