[crónica] TV GHOST + Catete Rococó, Viernes 14/02/14 - La Madreña (Oviedo)

El dia de los enamorados puede ser también un buen dia para asistir a un concierto, con o sin pareja, la tengas o no la tengas, un plan como otro cualquiera para un viernes noche, por ejemplo, en los bajos de una casa okupa situada en una conocida y céntrica calle de Oviedo. Hasta allí nos acercamos con objeto de ver un par de bandas de las que apenas tenía referencia, pero que por 5€ bien merecía la pena, no había mucho que perder.

Los primeros en salir: Catete Rococó, tres chavales de Cangas del Narcea que se lo curraron más que bien durante cincuenta minutos, tanto por sonido como por repertorio, basado en temas propios cantados en castellano y en inglés, y algunas versiones escogidas con buen gusto. Garage Rock de alto voltaje e influencias de Thee Oh Sees, Ty Segall, The Stooges, Oblivians... con dos guitarristas que se alternan con las voces y un batería de buena pegada que se suma también a los coros cuando toca. A pesar de no tener nada grabado se nota que esta banda funciona, nos dejaron muy buen sabor de boca y con ganas de repetir la experiencia. Habrá que seguirles la pista.

Y luego estaban TV Ghost venidos desde Indiana, para los que ya iba un poco más preparado tras escuchar dos de sus tres discos que tienen colgados en bandcamp. Su último trabajo, "Disconnect" (2013), lo machaqué bastante en los dias previos, un disco que si está editado por el sello In The Red Records  (Dirtbombs, Pussy Galore, Black Lips...) ya da cuando menos un mínimo de garantía de calidad. Y efectivamente, acertamos de pleno.

Su propuesta gana muchísimos enteros en directo, facturando una especie de alucinójeno Kraut Rock, Post Punk siniestro y Rock experimental, que por momentos recordaba en partes a Jesus & Mary Chain, Bauhaus e incluso The Cramps. Del quinteto compuesto por dos guitarristas, un bajista, batería y teclista, destacaría a Tim Gick, ¡Pedazo de frontman! Nos dejó atónitos con su forma de interpretar, retorcerse y conectar con la audiencia, a parte de su buena labor con las seis cuerdas. Un tipo bastante peculiar pero con mucha personalidad sobre el escenario, de esos que no abundan, que apenas apenas interactúa con el público pero que se mete de lleno en su papel. Nos ganó desde el minuto uno y gozamos hasta el final con un show que apenas duró una hora, terrorífica, en tensión, muy placentera y que nos dejó, tal y como nos habían prometido, con la boca abierta. ¡Impresionantes! Ya soy fan.

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