sábado, 31 de marzo de 2012

John Cale - Casa Cultura de Aviles, 23/03/12

La semana pasada tuvimos el placer de recibir a una leyenda viva de la música contemporánea, nada más y nada menos que John Cale por primera vez en Avilés. No había que pensárselo mucho, ocasiones como esta al lado de casa pocas más se nos van a presentar, aunque si por mi fuera podría regresar cuando quisiera. El concierto estaba programado en la Casa de Cultura de Avilés y eso quiere decir que el recinto era cerrado además de que estaríamos sentados. Hubiera preferido estar de pie y con una birra en la mano, pero por una vez tampoco me importó demasiado. Comodidad, acústica perfecta y buena visibilidad de vez en cuando se agradecen. Ah, y puntualidad, algo que en las salas de conciertos casi nunca se cumple, desgraciadamente...


Llegamos poco antes de la hora programada sin ningún problema para escoger sitio en preferente, aún quedaban muchas butacas libres que paulatinamente se fueron ocupando sin llegar al lleno total. Unos tres cuartos de entrada abundantes, calculo por encima. No sabíamos muy bien que repertorio nos ofrecería John Cale porque tiene fama de no repetir casi nunca el mismo setlist, aunque sí teníamos claro que el peso de la actuación recaería sobre sus últimos trabajos en solitario, muy al contrario de lo que reza el cartel. Como reclamo, "ex The Velvet Underground" está bien, ahora que nadie se lleve a engaños, que John Cale esté marcado por su pasado y siempre le acompañe de por vida la eterna coletilla no quiere decir que viva de rentas. No tocó ni una sola canción de la Velvet, ni de "Paris 1919" (su disco más aclamado) durante la hora y cuarenta minutos que duró el concierto. 
  
Dustin Boyer (guitarra), Michael Jerome (percusión), John Cale (guitarra/teclados), Joey Maramba (bajo)

Al multiinstrumentista galés le guarda las espaladas el mismo trio de músicos desde hace unos cuantos años, y eso se nota, gran solvencia la de estos chavales, sin grandes ostentaciones y cada uno en su sitio, detrás del maestro que acaparaba todos los focos y miradas, brillando con luz propia, primero de pie frente a los teclados (la mayor parte del tiempo) luego alternó varias canciones con las guitarras y de vez en cuando echando mano de procesadores electrónicos. Setenta privameras le contemplan y sigue con el mismo espíritu inconformista que cuando empezó, explorando nuevas vias de escape con música que abarca diferentes estilos, rock y experimentación, entre los clásico y lo alternativo apostando más por esto último, haciendo gala de una versatilidad encomiable.

Hubo canciones para todos los gustos, muchas nuevas como las contenidas en su última grabación "Extra Playful" (2011) y otras desconocidas que obtuvieron a cambio las mismas ovaciones por respuesta. Al final todos en pie, despedida a lo grande como lo que es y totalmente merecida, caló muy hondo su propuesta de rock transgresivo, a la altura de lo que cabía esperar viniendo de un personaje de su calibre. Historia viva de la música con mayúsculas.

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