Confieso que hasta hace cuatro meses no tenía ni remota idea de quien era Ray Wylie Hubbard, fue a raíz de ver un par de videos en youtube, por pura casualidad, el motivo que me impulsó a descubrir el trabajo de este músico de Oklahoma, nacido hace 65 años. "Coricin Bottle" fue la primera canción que escuché y la que me llevó directamente hasta su último álbum, "The Grifter's Hymnal", que si no me equivoco, hace el número dieciséis en sus ya cuarenta años de carrera.
Me sorprende y me extraña que este tio no sea más popular por estas tierras, al menos a mi no me consta ninguna referencia previa sobre su vida y obra en los canales de música habituales que sigo, cuando perfectamente podría encajar al lado de artistas de talla contrastada y similares en estilo, como por ejemplo: Lucinda Williams, Steve Earle o Willie Nelson, que sí son más reconocidos en Europa. También es verdad que puedo estar equivocado porque no profundizo a menudo en este tipo de sonidos "roots," o de raíces, también llamado "americana", pero de vez en cuando hago excepciones que confirman la regla, si realmente merecen la pena, y esta va a ser una de ellas.
"The Grifter's Hymnal" se mueve por los terrenos áridos del
country blues menos comercial, música rociada por aguardiente, aromatizada con tabaco de mascar y con la facultad de transportarnos a parajes perdidos en mitad de un lejano Oeste americano. La voz de Ray W.H. es áspera como la lija, con un tono envejecido igual que si proviniera del fondo de un barril de whiskey. Curtida por los años y la experiencia, cada una de sus palabras transmite emoción y cada canción es una historia llena de sabiduría, con suficientes contrastes tanto en la música como en el mensaje, que ironiza desde el mismo título del album. No se porqué, pero no puedo evitar una similitud cinematográfica entre "The Grifter's Hymnal" y la película "The night of the hunter" (aka "La noche del cazador"), será por aquello de estafadores con doble cara y lo enigmático de ciertos personajes que suscitan a partes iguales tanta admiración como desprecio.
Cuando escucheis la canción con que abre el disco, "Coricin Bottle", tendreis en dos minutos argumentos suficientes como para tirar hacia adelante, un blues negro entrecortado con serpientes de por medio y ritmo incesante, que desemboca en el rock de "South of The River", bien bañado con una fabulosa armónica. Luego nos encontramos en el purgatorio, entre el cielo y el infierno personal de "Lazarus", (¡yeah, vaya slide guitar!) antes de que la balanza se incline por el "lado malo" hacia el boogie festivo de "New Year's Eve at the Gates of Hell".
Cuando escucheis la canción con que abre el disco, "Coricin Bottle", tendreis en dos minutos argumentos suficientes como para tirar hacia adelante, un blues negro entrecortado con serpientes de por medio y ritmo incesante, que desemboca en el rock de "South of The River", bien bañado con una fabulosa armónica. Luego nos encontramos en el purgatorio, entre el cielo y el infierno personal de "Lazarus", (¡yeah, vaya slide guitar!) antes de que la balanza se incline por el "lado malo" hacia el boogie festivo de "New Year's Eve at the Gates of Hell".
También me llamó la atención que entre los músicos que colaboran en el disco se encuentra el hijo de Ray W.H., con tan solo dieciocho años tocando la guitarra, y el ex-Beatle que teneis aquí a la derecha, Ringo Starr, que participa en la versión que hacen de un tema suyo, "Coochy Coochy". Al parecer son admiradores mutuos y amigos, por lo que Ringo aporta su granito de arena a esta canción poniendo coros y alguna percusión.
En definitiva, que este album está muy bien parido con una instrumentación excelente, las guitarras eléctricas y acústicas conviven con pianos y armónicas, todo en su justa medida, a lo largo de doce cortes donde encontrareis, rock n´ roll, blues, folk, country... alcanzando cotas sublimes. Comprobadlo vosotros mismos, podeis empezar por donde empecé yo: "Coricin Bottle", y luego a ver si adivinais porque a mi me parece uno de los mejores discos del año. Las pistas están claras: talento a raudales, buen gusto, expresividad con sentimiento y una actitud irreverente. Absolutamente auténtico.
En definitiva, que este album está muy bien parido con una instrumentación excelente, las guitarras eléctricas y acústicas conviven con pianos y armónicas, todo en su justa medida, a lo largo de doce cortes donde encontrareis, rock n´ roll, blues, folk, country... alcanzando cotas sublimes. Comprobadlo vosotros mismos, podeis empezar por donde empecé yo: "Coricin Bottle", y luego a ver si adivinais porque a mi me parece uno de los mejores discos del año. Las pistas están claras: talento a raudales, buen gusto, expresividad con sentimiento y una actitud irreverente. Absolutamente auténtico.
3 comentarios:
Tracklist
01 – Coricidin Bottle
02 – South of the River
03 – Lazarus
04 – New Year’s Eve at the Gates of Hell
05 – Moss and Flowers
06 – Red Badge of Courage
07 – Train Yard
08 – Coochy Coochy
09 – Mother Blues
10 – Henhouse
11 – Count My Blessings
12 – Ask God
Todavía estoy extrayendo las esencias de su anterior A. Englightment B. Endarkentment que me gustó mucho ; un tipo especial e inexplicablente desconcido e ignorado ; bueno , igual que ocurre con Jim Lauderdale , Slaid Cleaves , Rod Picott o el grandísimo e intimo amigo de Ray , GURF MORLIX ; búscalo , escúchalo y me cuentas ; yo voy mientras tanto a por este The Grifter´s Hymnal sabiendo que no me va defraudar ; sí , auténtico , aunque sea una palabra no muy bien vista últimamente ; gracias por compartir .
!SALUDOS!
Hola jesus, bienvenido! da gusto tener comentaristas de nivel, sobre todo en estos campos musicales donde yo me pierdo, por lo que agradezco y tomo nota de tus recomendaciones. Seguiré hacia atrás empezando por ese "A. Enlightenment B. Endarkenment" y luego algo de Gurf Morlix.
Un saludo!
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