Y lo que (casi) nadie se esperaba, llegó: encerrados entre cuatro paredes durante días, semanas, meses... Encerrados, sí, pero no con un solo juguete. Tiempo libre (aunque lo de “libre” quizá necesite comillas) para ver, escuchar, leer, jugar, pensar... Este número de Rockdelux (el último, sí) se planteó como una guía abierta para que los colaboradores sacaran sus filias y extendieran ante los lectores sus preferencias culturales en estos tiempos de confinamiento. Una guía que ofrecía a cada uno de los participantes una página para que enseñaran eso que los mueve y conmueve, sin necesidad de atenerse a la actualidad más inmediata.
Cincuenta y cinco firmas que nos hablan de discos, películas, cómics y libros, temas recurrentes desde hace años en las páginas de la revista. Pero también (recuerden: tema libre) aparecen recomendaciones que nos llevan a programas de radio, videojuegos y blogs. Todo con un único fin: hacer más llevadero este momento que nos hace vivir en una distopía en tiempo real.
Este adiós de Rockdelux es, también, algo así como un resumen de la filosofía que siempre ha recorrido las páginas de la revista, libre y abierta de miras, con el eclecticismo y la excelencia como únicos horizontes.
Lean, disfruten, comenten: aquí encontrarán un amplísimo abanico de propuestas para saborear sin prisas en unos días tormentosos donde parece que el tiempo ha quedado suspendido. Y no lo olviden: venceremos. Siempre.
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