La primera vez que vi a HAMLET fue un 23 de Julio del año 2000, en el Doctor Music que se celebró aquí, en Asturias, dentro del recinto de La Morgal (Llanera). Domingo a las 18:00h, tercer y último dia del Festival, llego buscando la entrada para sacar mi ticket en mitad de una tormenta descomunal con relámpagos y truenos incluídos, realmente acojonado, de verdad. En la entrada al recinto no había nadie porque estaban refugiándose del diluvio universal. Casualmente coincidí con un espontáneo que, como yo, se dirigía al interior aunque por otros medios. Vamos, colándose, igual que había hecho en otra ocasión, y me invitó a hacer lo mismo. En ese instante no lo dudé dos veces y tras librar un par de vallas mal enganchadas entramos corriendo campo a través como alma que lleva el diablo sin mirar atrás. Un sprint de 500 metros espectacular.
Ahora ya no corro ni patrás. Pero teníais que haberme visto entoces...A la lógica excitación de haber cometido ese acto "prohibido", le siguió otra todavía mejor: Faltaban pocos minutos para que diese comienzo el concierto de HAMLET en la carpa "Buffalo Space", y era una de las principales motivaciones que me habían llevado hasta alli. Un concierto impresionante y un recuerdo imborrable, por lo bueno y por lo peligroso que fue. No exagero si digo que salimos vivos de milagro, público y banda, pero sobre todo ellos jugándose el tipo a riesgo de electrocutarse en una carpa que chorreaba casi tanto por dentro como por fuera.
Ahora ya no corro ni patrás. Pero teníais que haberme visto entoces...A la lógica excitación de haber cometido ese acto "prohibido", le siguió otra todavía mejor: Faltaban pocos minutos para que diese comienzo el concierto de HAMLET en la carpa "Buffalo Space", y era una de las principales motivaciones que me habían llevado hasta alli. Un concierto impresionante y un recuerdo imborrable, por lo bueno y por lo peligroso que fue. No exagero si digo que salimos vivos de milagro, público y banda, pero sobre todo ellos jugándose el tipo a riesgo de electrocutarse en una carpa que chorreaba casi tanto por dentro como por fuera.
(*cinco años de, ocho años que...)
Viendo a HAMLET el otro dia en la Sala Acapulco parece mentira que hayan pasado trece años entre aquella primera vez y esta última, porque no han cambiado demasiado que digamos. Se mantienen en la formación Molly, Luis Tárraga y Paco Sánchez como columna vertebral, y desde hace algun tiempo Alberto Marín (guitarra) y Alvaro Tenorio (bajo) aportan un fenomenal trabajo. Muy pocas bandas en este país se lo han currado tanto como ellos, siendo la constancia una de sus principales virtudes, y por supuesto la profesionalidad, porque a parte de tomarse muy en serio todo lo hacen se nota que viven por y para esto. Este "Insomnio Tour 2013" nos trae de vuelta a los mejores HAMLET, sí, pero no existe ni un ápice de nostalgia por los viejos tiempos, simplemente porque dudo mucho que hayan estado antes mejor que ahora. Al menos en directo no dan esa impresión. Todo lo contrario. El concierto del sábado fue perfecto de principio a fin, por una actitud intachable, por un sonido perfecto, tremendo, aplastante, y por un repertorio que nos hizo disfrutar como bellacos.
Pasaban pocos minutos sobre las 22:00h cuando "Tortura Visión" nos daba las buenas noches, y el recibimiento estuvo a la altura. Como era de esperar, el público respondió acudiendo en masa a esta cita, rozando el lleno de pista, cosa de la que muy pocos grupos pueden presumir por aquí. "Tu Medicina", Dementes cobartes"... hasta "Odio", las canciones fueron cayendo una a una por el mismo orden del disco, y entre medias momentos reseñables como el "Cumpleaños feliz" que cantamos todos al unísono felicitando a Molly, después jaleando el nombre de Paco, "nuestro" Paco (gracias tio por la baqueta!), o el posterior Wall Of Death que se montó en mitad de la sala cuando sonaba "Lacabra". ¡BRUTAL!
La segunda parte del concierto continuaría tras un descanso muy breve, apenas un par de minutos, antes de que la intro de "El mejor amigo de nadie" volviera a poner las cosas en su sitio. Era el turno para los mejores temas de "El Inferno", hasta siete de once pudimos escuchar, y HAMLET seguían con la misma intensidad sino más. Admirable la actitud de Molly, pletórico de voz, que se dejó hasta la última gota de sudor recorriendo el escenario, saltando la plataforma central, subiéndose por amplis, o por la barra, pegándose codo a codo con nosotros a pie de pista, o por encima de nuestras cabezas dándose un merecido baño de multitudes.
El final se acercaba con toda la banda a pleno rendimiento descargando el resto de la artillería pesada. "Denuncio a Dios"* y "Vivir es una ilusión" cayeron como dos bombas antes de la retirada, pero aún había tiempo para dos bises ¡¡Y vaya par!! La salvajada de "Un mundo en pausa" seguida de todo un himno, "Irracional", cantada a coro por todos hasta la saciedad. Perfecta culminación a casi dos horas de éxtasis metálico junto a una de las mejores bandas del territorio estatal. Así nos lo demuetra su trayectoria, todos estos años manteniendo una personalidad intacta, y así queda patente en unos directos fulminantes, enérgicos y llenos de una vitalidad excepcional. Enormes HAMLET.
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