Segunda visita de Danko Jones a Gijón y tercera vez que lo veo yo. De la primera se cumplirá en agosto una década, ahí no estuve por desgracia, en el malogrado Crossroad Festival que tristemente no tuvo continuidad en el tiempo para esta región (tan solo 4 ediciones duró...). Una fecha que se encargó de recordar el canadiense a media actuación cuando, entre otras cosas, nos hizo un poco la pelota elogiando nuestra comida, la pasión que demostramos por el Rock (gracias, gracias...), las bellas mujeres asturianas que acuden a sus conciertos... etc.
Quienes lo hayan visto por aquel entoces y repitieran cita el otro dia, habrán caído en la cuenta de que Danko Jones se mantiene en su línea, con un show que reincide en ticks de sobra conocidos y ofrece pocas variantes respecto a sus principios. En otras palabras, que sabíamos a lo que íbamos. Y no solo no nos llevamos a engaños sino que agradecimos esa lealtad a una fórmula, tan marca de la casa ya, que no me lo imagino de otra manera, ni tiene visos de cambiar. Mucho menos cuando él sabe que funciona, a parte de hacerlo fenomenal.
Impresionante el ambiente en la Sala Acapulco, prácticamente a rebosar, por segunda vez ese fin de semana para un concierto de Rock -primero fue con Graveyard-. No estamos acostumbrados a esta respuesta masiva de público, aunque bien es cierto que la ocasión bien lo merecía, ya lo creo que sí, y pudimos decir al terminar el concierto que "tuvimos suficiente", de la misma forma que Danko Jones dio comienzo a la actuación con esa canción de título premonitorio. "Had Enough", "Play The Blues", "Sticky Situation", "First Date"... (una de cada album para ir calentando al principio).
Se propagó el calor y la intensidad desde los primeros minutos hasta un total de setenta y cinco, exactamente lo que duró el bolo, con un setlist muy compensado, tocando temas de casi todos sus discos, y cuatro nuevas del más reciente "Rock and Roll is Black and Blue". Tampoco faltó el típico speech recordando a los caídos (Hendrix, Joplin, Ramones...), horchata, una pizca de humor y guiños a QOTSA como esa intro de batería en "I think bad toughts". Varios tópicos y clichés repetidos, de acuerdo, pero Danko Jones maneja el cotarro hábilmente como buen showman que es, sudan los tres la camiseta, tienen temazos y además en directo suenan como un puto cañón. Vamos, justo lo que esperábamos, así que pocas sorpresas pero sin queja, al contrario: un concierto muy cojonudo y un fin de semana BRUTAL.
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